domingo, 20 de enero de 2013

Rescatando

de un lunes mas para apilar en el almanaque de la mesita de luz..

mi papá me sabía decir que si uno quiere dejar de fumar, nunca tiene q decir "el lunes dejo", porque no funciona. Cuando llega el lunes, simplemente no lo haces... entonces decia q habia q decir "el jueves dejo"... 
Ahora bien: llega el jueves y... ¿uno deja? de ser esto cierto, ¿por qué pasa el jueves pero el lunes no? ¿por qué la voluntad de uno es directamente proporcional a las horas que nos alejan del lunes?
Entonces, una vez planteado el problema, pasamos a la resolución... como primer paso complejizaremos la estructura del día lunes, que como tal, forma parte de la semana y está en cierta forma atravesado por lo ocurrido en el resto de los días de la semana. 
Teniendo en cuenta, entonces, la teoría de la complejidad, empezamos por analizar el día martes: podemos observar como el correr de las horas nos empieza a elevar el nivel de endorfinas, probablemente estimulado por el consumo desmedido de cafeína el día anterior, resultado de un fin de semana cuya cualidad estival nos obliga a buscar consuelo en alguna bebida helada, combinado con la noche que nos obliga a que esa bebida contenga cierta graduación alcohólica.
El miércoles no nos ofrece demasiadas variaciones, quizás un pool de endorfinas que quedaron de la cafeína del lunes combinado con endorfinas que se liberan en cuanto el cerebro puede receptar el estimulo sensitivo que nos dice "por fin salí del laburo, mañana es jueves".
El jueves es un día muy particular, es un día que por un lado nos dice "lo peor ya pasó" o frases similares como "no queda nada" o tal vez otras más conocidas como "es el último tirón".. esas frases de aliento se acompañan a su vez con la calma del aire fresco que nos dice "sí, hay happy hour en el bar de la vuelta, pero ojo no te pases de loco q no es viernes" eso nos lleva a un estado zen de equilibrio absoluto que nos daría la autonomía para poder tomar decisiones del tipo "dejo de fumar",  "hoy empiezo el gimnasio" u otras más conocidas como "hoy empiezo la dieta"...
El viernes se ofrece a sí mismo y su sola presencia nos hace perder el equilibrio conseguido, ya que retomamos la combinación de calor y noche que se perpetúa a lo largo del sábado y domingo.
En el domingo la curva de voluntad cae exponencialmente a lo largo de la tarde hasta alcanzar su valle más pronunciado el día lunes a las 8am que coincide casualmente con el reloj despertador.

Recapitulando.... si sacamos la derivada de la ecuación que relaciona la voluntad en funcion del tiempo estimado en horas que nos separan del lunes, concluimos que nada puede iniciarse el día lunes simplemente porque ES UN DIA DE MIERDA!!!!!!!!

mi viejo tenia razon.

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